Hay dos personas que saben todo de TI. Saben tanto, que incluso tienen conocimiento de aquello que no quieres que nadie más sepa. Saben lo que piensas, lo que has dicho, lo que hay en tu corazón y lo que te gustaría tener. Te conocen tanto, que darían lo que fuera por tenerte por completo, pero ¿sabes?, uno de ellos no te quiere, desea lo peor para ti (pero nunca te lo dice) y está esperando todo el tiempo que te mueras.
El otro, en cambio, te ama mucho e incluso está dispuesto a dar su vida por segunda vez si fuese necesario, pero su Padre no lo deja, porque ya lo hizo una vez y espera que tú te des cuenta y se lo agradezcas.
El primero se llama Satanás y el segundo Jesús. Yo conozco a los dos y te aseguro que ambos son reales.
Si quieres ser amigo de Satanás, es fácil. Tienes que hacer todo lo que quieras, absolutamente TODO. No hay reglas, disfrutas lo que quieras y te vales de ti mismo para obtener lo que deseas. Puedes estar con más de una pareja al mismo tiempo, consumir drogas y volar, tener mucho sexo, bailar hasta altas horas de la madrugada, emborracharte, mentir, hacer brujería, etc... porque según él, las buenas obras solamente te salvan. Así que basta con que hagas un par de obras de caridad y ya estás listo para gozar la eternidad. Pero Satanás es terrible mentiroso. Jamás te va a decir la legal.
Ahora bien, si quieres ser amigo de Jesús, es mucho más complicado, porque tienes que guardar sus mandamientos, seguir su ejemplo y alejarte de toda inmundicia. Eso quiere decir que no debes fornicar, adulterar, mentir, decir groserías, envidiar, tener celos, adorar otros dioses, convivir sin casarte, etcétera, porque a ÉL no le agradan estas cosas y se siente muy triste cuando tú te comportas así. Sin embargo, a pesar de todo, Él tiene la facultad para perdonar y pedirle a su Padre que te eche una mano en tu vida hostil. Él te quiere tal cual y no te pide nada a cambio, sólo que te arrepientas y le sigas, porque Él es el ÚNICO CAMINO para la SALVACIÓN.
Entonces, ¿a quien quieres como amigo?
¿A SATANÁS?
Bueno, lamento decirte que has escogido a tu peor enemigo. Claro, porque él te dice que será tu amigo, pero a costa de puros engaños. Dice que estará a tu lado siempre y que te dará todo lo que quieras y puede que sea así, pero será por un momento y cuando menos lo esperes te dejará completamente sol@. Él quiere destruirte, hacerte el más miserable y llevarte al infierno. Te engaña diciéndote que yendo el domingo a misa o a una reunión estás listo o que Alá u otros dioses llevan a la vida eterna. Él usa la mejor artimaña para seducirte, porque aunque no lo creas, es dueño de TODAS LAS RELIGIONES. Así como lees. Utiliza las religiones para hacerte creer que con ello llegarás al cielo o que después cuando mueras tendrás una segunda oportunidad o te reencarnarás en un animal o quien sabe qué cosa. ¡¡¡MENTIRA!!!, él te dice eso para que tus amigos no se rían de ti, pero fíjate que si no crees en ninguna religión, utiliza hasta el deporte para engrupirte. Imagínate, te tiene como tonto adorando y siguiendo con un fanatismo garrafal a un equipo de fútbol o el mundial, porque el balón lo es todo para ti. Crees que teniendo tu cuerpo en forma, estás en "equilibrio en cuerpo y en alma", pero ese vacío que sientes después de carretear y salir con tus amigos, siempre está y no hay quien te lo llene.
También te seduce con los medios de comunicación, con estilos de vidas, te induce a matarte de a poco a ti mismo y lo peor, es que tú nunca te das cuenta. Con todo esto me dirás que estoy poniéndole color, pero fíjate que yo caí en una de sus artimañas más poderosas: la música. Yo rendía mi vida a ello, pero nunca era feliz del todo... hasta que decidí escoger como mejor amigo a Jesús y gané.
Jesús me levantó, me escuchó y me aguantó cada lágrima que derramé cuando le conté lo triste y desdichada que me sentía. Me tomó en sus brazos y me dijo que desde ahora nunca más iba a sufrir. Satanás se enojó mucho conmigo porque vio que me perdía y cada vez que podía, tocaba la puerta de mi corazón e intentaba entrar, pero Jesús siempre estuvo a mi lado y no permitió que me hiciera más daño. Con Él mi vida cambió, entendí que había dado la vida por mí aunque yo le había dado la espalda y que todos los días me esperaba pacientemente para que me ayudara en todo lo que necesitara. Me acompaña a cualquier lado que voy y me cuida como ninguno. Sabe cuando estoy mal y de la manera que menos imagino, me sorprende brindándome consuelo. Es hermoso y como ÉL no hay ninguno.

Jesús hablando con nuestro Padre, pidiendo más cosas buenas para mí :)
Es mi mejor amigo y me dice que todo me es lícito, pero no todo me conviene (1ª Corintios 6:12) porque cualquier cosa me puede hacer caer y sentir peor. Jesús vive conmigo y nunca me ha dicho algo feo, es más, soy yo la que siempre lo trato mal o lo ignoro... pero después que me doy cuenta, me siento súper triste y le pido perdón. Estoy muy contenta de ser su amiga, porque además, cada noche me cuida y trae a más empleados de su empresa para que me cuide... porque olvidaba contarte que tiene todas las riquezas del mundo y muchos le sirven, porque su empresa es muy grande y poderosa.
Me encanta, es perfecto y espero no perderlo nunca más. De hecho, siempre le digo que si me voy a portar mal y no me va a querer más, que prefiero morir, porque estaría muerta en vida si Él se va de mi lado.
Ojalá varios más fueran su amigo, no saben lo entretenido y fácil que es la vida con Él, porque NUNCA está ocupado ni nunca duerme, porque Él está disponible para mí todo el tiempo. Como Él hay uno solo y me dijo que algún día veré a su Padre, que también es un Padre para mí. Así que anhelo tanto ese día, que trato de portarme súper para no fallarle y me encuentre buena amiga de Jesús.
Jesús la lleva y nadie puede reemplazarlo... ¡¡¡si hasta me concede las peticiones del corazón!!! es taaaaaaaaan poderoso, que puede hacer cosas que para nosotros son prácticamente imposibles. Él me dice que no tengo que dudar no más, porque si lo hago, las cosas no resultan. Me dijo que debía tener fe como un granito de mostaza y que si así fuese, hasta podría decirle a una montaña que se moviera (San Mateo 17:20). ¿Increíble no?...

Jesús siempre me va a ver cuando estoy enfermita ¡y me sana!
En fin, podría estar hablando de mi amigo todo el día, pero quizás tú también anhelas conocerlo y aunque me ponga un poco celosa, quiero que lo hagas. Es fácil, sólo debes doblar tus rodillas, hablar con tus propias palabras y arrepentirte de todo lo malo que has hecho con sinceridad. Te prometo que Él llegará instantáneamente a tu lado y no se apartará nunca más de ti.
Inténtalo, no te arrepentirás. Todo depende de ti... eso sí, debes apurarte, porque pronto vendrá a buscarme a mí y a todos sus amigos para llevárselos a su casa y conozcamos a su Padre. Igual me gustaría que fueras con nosotros. Apúrate, ora y arrepiéntete.