Jesús es lo máximo y ésta es la única palabra que puedo utilizar para más o menos describir su grandeza y amor hacia la humanidad. En estos momentos estoy algo triste porque paso por una prueba muy fuerte que yo misma busqué para agradar a Dios, pero el Señor Jesucristo es mi fortaleza y mi paz.
Seguir a Dios y vivir conforme a lo que Él manda en este mundo es difícil, pero cuando uno recuerda el gran amor que desprende para nosotros sólo por bondad y misericordia, uno se anima a seguir adelante, cueste lo que cueste.
Dios es tan bueno, que cuando uno se arrepiente de corazón, entendemos que el sacrificio en la cruz fue por amor a nosotros y que ésta es la única vía para obtener la salvación. Jesús no tarda en interceder por nosotros y otorgarnos el perdón.
Jesús transforma vidas. Las vuelve bellas, puras, alegres y llenas de bendición. A medida que me he acercado a Él, me he dado cuenta de aquello... pero hay que sacrificarse y aunque uno llore y muchas veces desee dejarlo todo, hay algo en nuestro espíritu que nos impide volver atrás.
Sin embargo, a pesar de que en lo personal he sufrido y llorado bastante, jamás he querido abandonar a mi Señor... porque es MUY BUENO y aunque uno se vea un perdedor porque todavía no alcanza la madurez espiritual, Él sigue a nuestro lado escuchándonos sin que lo merezcamos.
Hay veces cuando oro que lloro porque no comprendo por qué Dios nos quiere tanto... y le digo al Señor ¿por qué tanto amor?, ¿por qué nos quieres tanto si somos tan malos y pecadores?, ¿cómo es posible que sigas amando a quiénes te ofenden y odian?... y luego me doy cuenta que Dios no es como los hombres, que su amor envuelve todo y embellece hasta los rincones más horribles del planeta.
Si no conoces al Señor y sientes que tu carga es pesada y que nada de este mundo te consuela, no dudes en acercarte a Él. TE PROMETO que tu vida irá mejor y cambiará para bien. Jesús perdona hasta al pecador más sucio... perdona al ladrón, a la prostituta, al drogadicto, al pedófilo, al violador, al mentiroso, al vanidoso, al avaro, al psicópata, al brujo/a, al espiritista, al que tiene odio, al homicida, al envidioso... ¡¡¡A TODOS!!! sólo porque Él es grande y majestuoso y su amor alcanza hasta el más miserable.
Yo no soy nadie para que Dios me haya mirado y querido, pero su bondad y amor fue tal, que alcanzó hasta mí y me sanó. Hoy soy feliz, vivo caminando de la mano de Jesús y su ángel me protege día y noche. ¿No es maravilloso todo eso?... a medida que pasa el tiempo y lo bien que se porte uno, más serán las bendiciones que Dios traerá a nuestras vidas.
No tardes tu decisión y humíllate, Dios te oirá y será contigo si es que lo haces de corazón.
Amén y ¡prosigamos al blanco!
Amen, por favor oren por mi, gracias por todo, que este ministerio siga adelante
ResponderEliminar